La crianza es cuestión de estilo

En mi consulta de puericultura he podido vislumbrar de primera mano los diferentes estilos de crianza. Criar no es un proceso fácil, no se aprende en un tutorial y mucho menos en un manual. Así como cada niño es diferente, de la misma manera cada enfoque de crianza debe ser acorde para cada caso en particular. Sin embargo, existen parámetros fundamentales que se deben seguir en cada proceso de crianza. 

Saber que no existen padres perfectos como tampoco niños perfectos -este es el momento en que muchos padres levantan la mano diciendo el mío sí-  

Es un proceso continuo de aprendizaje mutuo entre los padres o cuidadores y el niño. 

Debe existir siempre una figura de autoridad no autoritarismo que sea guía del proceso, no se puede dejar que sea el niño quien esté a cargo de la situación, si bien es la estrella de la familia y el eje central de la misma son los padres o cuidadores los conocedores en mayor medida lo que es conveniente o no para su bebé. 

Los niños que tienen el poder en un hogar generalmente pueden tornarse agresivos o con pataletas más allá de los límites permitidos y permanecen frustrados. 

El niño criado con el ejemplo -buen ejemplo- con rutinas establecidas y rituales cotidianos, se siente seguro porque aprende a anticipar las situaciones y supera los obstáculos diarios que se le presentan. 

Los padres y cuidadores tienen el derecho de equivocarse puesto que como dije no hay crianza perfecta, pero si esta equivocación parte desde la base del amor no ocasionará daño al niño.

Aprendamos juntos, la crianza es un camino que se debe disfrutar y no sufrir.

Frank Ávila Martínez 
Pediatra

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